jueves, 20 de marzo de 2014

Ser FELIZ




Resulta que hoy es el Día Internacional de la FELICIDAD. Pero, ¿qué es la felicidad? Ésta suele ser una pregunta clásica de todos los ‘infelices’. Para ellos, al no saber qué es la felicidad, se les hace más difícil conseguir la felicidad. ¿Cómo conseguir algo que no sabes bien qué es? ¿Te ha pasado?

Si conoces a alguien en esa situación, presta atención a lo que te voy a decir a continuación.

Las personas utilizamos el lenguaje para pensar. Desarrollamos nuestro pensamiento gracias al lenguaje. Lo que  a menudo no se tiene en cuenta es que hay que usar bien la “gramática” del lenguaje en el pensamiento, de lo contrario podemos caer en lo que se viene a llamar ‘trampas del lenguaje’. 

Una trampa muy común es la ‘nominalización’. No voy a dedicar tiempo a explicar este concepto básico, porque es algo que se estudia en el área de lengua de secundaria… o al menos en mi época se estudiaba. Si me estás leyendo y no sabes lo que es, no pienses que hablo raro; reclámale al Gobierno por el deprimente sistema educativo. No sólo a este Gobierno, sino a todos desde que yo estudié, en aquel entonces, 8º de E.G.B. y 1º de B.U.P. No es mi culpa si has estudiado en un sistema que fabrica seres débiles que al primer obstáculo se cagan en los pantalones (que de hecho ya vienen de fábrica con forma de cagados) Bueno, a lo que iba. Nominalizar, básicamente consiste en convertir un verbo en un sustantivo. Ejemplos típicos: convertir el verbo ‘amar’ en el sustantivo ‘amor’; verbo ‘frustrar’ por sustantivo ‘frustración’; ‘fracasar’ por ‘fracaso’; verbo ‘triunfar’ por sustantivo ‘triunfo’… etc….

¿Y a qué viene todo esto? Te puedes estar preguntando. Pues bien, si has leído hasta aquí, sigue leyendo. No cometas la tontería de dejar de leer justo ahora que te voy a decir cómo alcanzar la felicidad :)

He hablado antes de no cometer errores gramaticales en el proceso de construir el pensamiento a cerca de tus ideas fundamentales sobre la vida. Nominalizar no es un error gramatical del lenguaje, sin embargo sí que lo es cuando usas el lenguaje como herramienta del pensamiento, en la medida que conviertas en ‘cosa’ un ‘proceso’. Me explico: Cuando te haces la pregunta ‘¿qué es la felicidad?’, estás convirtiendo en cosa un proceso. Estás convirtiendo en 'estático' algo 'dinámico'. En cambio, si la pregunta es del tipo '¿qué es ser feliz?' o '¿en qué consiste ser feliz?', se abre ante ti todo un mundo de posibilidades que te ayudan a tomar acción y a alcanzar un estado de felicidad. Mientras consideras la felicidad como una cosa, como un sustantivo, ésta no es más que una representación lingüística, una abstracción mental y difícilmente podrás llegar a ser feliz.

Por paranoia que te pueda parecer, créeme que aquí está el principal obstáculo para llegar a ser felices. Si dedicas tiempo en definir la felicidad, que como tal es un concepto abstracto, quitas el foco en donde verdaderamente tienes que dirigir tu energía; esto es, en desarrollar estrategias para ser feliz. ¿Qué puedo hacer ahora para ser feliz? Ésa es la pregunta.

Nuestra mente tiende a convertir un proceso (algo que acontece en el tiempo de forma dinámica), en un nombre, en una cosa, en algo estático. Ésta es la tarea: dejar de referirse a los procesos como si se trataran de cosas.

Ser feliz es un proceso, y es un proceso apasionante. Es el Gran Proceso. Dime: ¿para qué vives sino es para ser feliz?

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